La OMC se creó a partir de las rondas del GATT.
Los GATT son acuerdos tomados en materia económica por los cuales los países firmantes se comprometen a cambiar de alguna manera su política de importación para así favorecer el libre comercio.
En cualquier caso, dados los intereses a menudo divergentes de los países participantes y el hecho de que las negociaciones siempre tenían lugar por consenso, los avances eran lentos y siempre quedaban limitados a un área económica concreta, e incluso a un producto concreto.
Las primeras rondas se centraron en las reducciones arancelarias puramente. Más adelante, cuando esto no bastó, se incluyeron medidas antidumping y no arancelarias que, a pesar de no tasar los productos extranjeros directamente, dificultaban seriamente la competencia desde fuera del país. La última ronda, la de Uruguay, se desarrolló entre 1986 y 1994 y dio lugar al nacimiento de la OMC.
La Organización Mundial del Comercio se establece, pues, el 1 de enero de 1995 y es la sucesora del GATT , que se fundó en 1948. A la práctica, los segundos constituían un sistema de reglas fijadas por naciones (acuerdos bilaterales), mientras que la OMC es un organismo internacional basado en acuerdos multilaterales. Además, la OMC goza de mayor número de miembros y tiene una mayor amplitud competencial -negocia desde el comercio de bienes hasta el del sector servicios y derechos de la propiedad intelectual-. Podría decirse que es la base institucional del comercio mundial: coopera con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional para establecer una política comercial global. Tiene su sede en Ginebra, Suiza, y sus principales funciones son las siguientes:
- Administrar los Acuerdos Comerciales de la organización
- Constituir un foro para negociaciones comerciales.
- Resolver las diferencias comerciales.
- Supervisar las políticas comerciales nacionales.
- Proporcionar asistencia técnica para los países en desarrollo.
- Cooperar con otras organizaciones internacionales.